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La neurociencia recomienda vacaciones

Hacia fin de año, las consultas relacionadas al cansancio y preocupaciones por el cierre de actividades académicas aumentan. Así lo afirma Cristina Aguirre, psicóloga de nuestro Servicio de Orientación y Aprendizaje (SOA), un espacio dentro de la universidad destinado a acompañar y asistir a los estudiantes en sus procesos de vinculación a la vida universitaria desde una perspectiva sociopedagógica.

Aguirre sostiene que hay alumnos que no se dan la oportunidad de descansos adecuados, creyendo que el avance será mayor. Por eso, "en la mayoría de estos casos, las consecuencias no son las esperadas, produciéndose fracasos en los exámenes como también efectos en la salud física".

Frente a esta situación, se evidencia que el cansancio incide e interfiere en la capacidad de atención-concentración. También en  en funciones indispensables para el aprendizaje, como la comprensión y la fijación de contenidos.

"En este proceso, donde el alumnado manifiesta cansancio mental se los estimula a pensar que la actividad académica supone dedicarle un tiempo de labor y un descanso", explica la psicóloga. Esa propuesta incluye otras actividades ajenas a lo académico, tales como actividad física, encuentros sociales, etc.

De esta manera, el estudiante logra agilizar la mente, lo que permite aumentar su capacidad de concentración y retención de información. Por eso, desde el SOA se recomienda intercalar el estudio con actividades de ocio y descanso en tiempos designados y evitar realizarlas con interrupciones constantes.

La Neurociencia recomienda

"El cerebro necesita, como cualquier otra parte de nuestro cuerpo, un descanso para reponerse". Según Marta Lapid Volosin, Dra. en Neurociencias, tomar unos días de descanso para olvidarse de las actividades diarias permite al cerebro retomar energías. Además, agrega que el tiempo de inactividad repone las reservas de atención y motivación del cerebro; por ello este tiempo es esencial para lograr nuestros más altos niveles de rendimiento y para formar recuerdos estables de la vida cotidiana.

El cerebro es una red neuronal que reconecta constantemente en el ejercicio de aprender nuevas tareas. En este proceso, la capacidad de procesamiento de la mente consciente es limitada. Por ende, hay que brindarle tiempo de relajación y descanso al cerebro. En los estudiantes, llevar a cabo este ejercicio es necesario porque es una forma de invertir en salud física y mental.

Estrés académico

Entre los exámenes finales, recuperatorios y preocupaciones de la vida cotidiana, los estudiantes expresan que sienten cansancio extremo y que es un "último esfuerzo". Esta manifestación no es solo una sensación sino que existe evidencia empírica que confirma la presencia de estrés.

Dicha reacción fisiológica del organismo se presenta como mecanismo de defensa ante un evento amenazante. El problema radica cuando éste es de carácter crónico y acumula cortisol. Lapid Volosin manifiesta que "esta hormona impacta tanto en el hipocampo,  estructura cerebral relacionada con el aprendizaje y las memorias como en la amígdala cerebral, área  que modula las emociones, esto genera aumento de la ansiedad y en algunos casos, miedos".

Por su parte, desde el SOA se sugiere que durante la época de exámenes la planificación sea realista con las fechas. Es decir, organizar anticipadamente un cronograma adecuado; distribuir las horas de estudio a lo largo del día; procurar descansos intermitentes para retomar fuerzas; y, una vez finalizado el período de exámenes, tomarse vacaciones  como premio a la tarea efectuada.

De esta manera, la neurociencia recomienda a los estudiantes que tomen vacaciones y tiempos de relajación durante y después del estudio ya que "el tiempo de inactividad repone las reservas de atención y motivación del cerebro, fomenta la productividad y la creatividad", concluye Lapid Volosin.