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Construcción sustentable

Está de moda hablar de construcción sustentable. En este marco, es común que directamente se la relacione con ciertos tipos de edificación como las construidas con paredes de adobe o ladrillos hechos con botellas de plástico recicladas. Estos métodos tienen que ver, sin duda, con la sustentabilidad pero se circunscribe solo a la construcción ecológica.

Construcción sustentable es un concepto más amplio por el cual se busca alcanzar la mejor integración posible entre la edificación y el medio, humano y natural. Por ejemplo, si una pyme construye nuevas instalaciones y lo hace en un lugar alejado de las líneas de colectivos implicaría que sus empleados deban utilizar autos particulares para llegar al trabajo. Entonces esas instalaciones no irían en la dirección de la construcción sustentable. En cambio, sí lo haría si la gerencia de esta empresa decidiera dar un incentivo salarial a quienes viajen en bicicleta a sus puestos laborales. De esta manera, construcción sustentable analiza no solamente lo estrictamente ligado a la edificación sino también al impacto que genera alrededor de sí.

Desde esta perspectiva son muchos los temas que se tienen en cuenta. Uno muy importante es el agua, aunque no solamente en cuanto a la reducción de su consumo; sino también en lo que respecta al impacto de lo que se conoce como el ciclo hidrológico. En pocas palabras, significa que lo ideal sería que toda el agua de lluvia que cae sobre un edificio quedara sobre ese terreno. En cuyo caso, serían de gran utilidad las terrazas verdes. Por otro lado, para la parquización es conveniente la utilización de plantas nativas porque ya están adaptadas para vivir con la cantidad de agua que la naturaleza provee en el lugar, sin necesidad de un riego excesivo.

Otro tema fundamental es la energía, y no se trata exclusivamente del consumo en los artefactos. Hay un concepto llamado ciclo de vida que alude a toda la energía que un producto utiliza en su historia, no solamente la usada para su fabricación, sino también la necesaria para transportar su materia prima hasta la fábrica, luego para llevarla al lugar de utilización, etcétera. La construcción sustentable considera esta especie de “historia clínica” de los productos para que una edificación “lleve en sus espaldas” el menor consumo de energía.

El confort interior de un edificio también es importante en construcción sustentable. Un lugar de trabajo con una vista agradable al exterior, térmico, acústico y lumínicamente adecuado, hacen que el rendimiento laboral sea tal que pone en funcionamiento un círculo virtuoso desde el punto de vista de la sustentabilidad.

La construcción sustentable también plantea una mirada crítica a nuestra cultura constructiva. Comúnmente consideramos que una edificación es buena cuando es “eterna”, pero lo cierto es que mucho antes que eso debemos hacer modificaciones. Por ejemplo, todos hemos tenido la experiencia de hacer una reforma en nuestra casa o una reparación de un caño y vemos cómo la obra llena fácilmente un volquete de desechos (muchas veces con la ayuda de nuestros vecinos). ¿Sabemos dónde terminan esos residuos? ¿Habrá métodos para que este tipo de obras produzcan menos desperdicios o sean más simples y limpias?

Alrededor del concepto de construcción sustentable también está el factor económico. Construir desde esta perspectiva puede suponer algo más costosa la obra, pero hay que tener en cuenta que a un cierto tiempo el inmueble mismo paga ese costo en ahorro en servicios, mantenimiento, entre otras cosas.

Confío en que una mayor responsabilidad ambiental y de la utilización de los recursos naturales haga que la construcción sustentable deje de ser una mera expresión de moda para convertirse en la línea principal en la edificación.

Por el Ing. Guillermo Blasón sj, Director de la Diplomatura en Diseño y Construcción Sustentable de la UCC.