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Conciencia animal

Cada 29 de abril se celebra el Día del Animal en nuestro país, en conmemoración del abogado Ignacio Albarracín, un pionero en la lucha de los derechos de los animales. A nivel internacional, son los 4 de octubre al recordar el fallecimiento de San Francisco de Asís, considerado el santo patrón de los animales.

Cualquiera sea la fecha elegida, lo importante es entender que los animales tienen derechos y tenemos el deber de respetarlos. María Ahumada, docente de nuestra Facultad de Ciencias Agropecuarias y responsable sanitaria del Parque Tatú Carreta, nos cuenta la situación de nuestra fauna silvestre, el poco respeto que tenemos con ella, y la necesidad de concientizar sobre su cuidado.

¿Cuáles son las principales amenazas de nuestra fauna silvestre?

La fauna silvestre es, fundamentalmente, amenazada por dos cuestiones principales. Una es la transformación o modificación de su hábitat natural, que se produce por el corrimiento de la frontera agrícola ganadera, sobre todo la agrícola, que transforma esos ambientes y hace que la fauna sea expulsada. Otra, que también tiene que ver con la modificación del hábitat, son los desastres de tipo naturales como los incendios. El del año pasado quemó unas 300 mil hectáreas. Eso trae consecuencias porque afecta su reproducción, su alimentación, y modifica -a veces de forma definitiva- algunos ambientes y trae aparejados otros problemas ambientales que tienen que ver con la erosión, cambios de suelos, la pérdida árboles y plantas, que no solamente son sus lugares de nidificación sino también su refugio y su alimento. Por otro lado, también aumenta la competencia con la fauna doméstica, cualquier especie ganadera por ejemplo, porque la fauna silvestre se ve aún más amenazada, no solamente por la mortandad en los incendios sino por la falta de alimento.

¿Qué otras acciones del hombre llevan a su extinción?

El tráfico ilegal. En este negocio millonario, uno de los más importantes después del de drogas y de armas, los animales son capturados en su medio natural y trasladados en condiciones terribles, justamente para cubrir la actividad ilegal hasta llegar a destino. Pero el tráfico ilegal existe porque hay demanda de esos animales como mascotas. Los animales de fauna silvestre no son domésticos, no deben vivir en hogares. El mascotismo es lo que conduce a la presión sobre estos animales, como pájaros, monos, loros, pumas, que en nuestra provincia se comercializan y trafican. A veces se desconoce que detrás de ese animal que llegó a una casa, hay muchos otros que mueren en el camino. Se calcula que por cada animal que sobrevive a este tráfico hay nueve que murieron. Porque en la captura se producen lesiones, en el caso de los monos, por ejemplo, se mata a toda la familia para arrancar su cría; para sacar los pichones de loro hablador se talan quebrachos que son su lugar de nidificación, se destruyen, se queman. Muchos de estos pichones mueren durante este proceso y otros muchos mueren en el traslado. Atacar la principal causa que es la demanda es uno de los principales proyectos que tenemos desde nuestro proyecto de conservación de recursos zoogenéticos.

¿Cuáles son las consecuencias de estas acciones?

Nuestra fauna silvestre está protegida hace muchos años por la ley nacional 22421. Tenemos que concientizar que la fauna silvestre debe vivir en su hábitat natural, no solo porque se lo merece y tenemos la responsabilidad como ciudadanos de su conservación; sino también porque ellos cumplen un rol ecológico que es irremplazable. La fauna silvestre es diseminadora de semilla, predador o presa en un circuito trófico en donde un animal forma parte de una dieta de otro, por eso cuando la fauna silvestre está presente el ambiente está equilibrado. Cuando sacamos animales de la fauna empobrecemos los ambientes, los conducimos a un desequilibrio.  Cuando los llevamos de su ambiente natural a uno doméstico también nos exponemos a los peligros de distintas enfermedades.  De hecho, estamos viviendo una pandemia causada fundamentalmente por una gran transformación de los ambientes, por ese afán de acercar los ambientes de los animales silvestres a nuestros ambientes domésticos.

La principal reflexión es poder entender que en esta casa común los animales, tanto silvestres como domésticos, cumplen una función. La fauna silvestre cumple una función muy importante y su conservación está ligada a nuestra supervivencia como especie.

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