Publicado el 13-06-2023 en UCC

“Los mejores seis meses de mi vida”

Así definió su experiencia de intercambio en España Pilar Bormida, estudiante de Abogacía de nuestra Facultad de Derecho.

Pilar Bormida estudia Abogacía en nuestra Facultad de Derecho y realizó una experiencia de intercambio académico en Madrid, España. Tanto personal como profesionalmente, Pilar cuenta que esta oportunidad implicó un gran crecimiento y apertura a nuevas posibilidades. En palabras sencillas, catalogó su vivencia como irrepetible y como los mejores seis meses de su vida.

¿Qué nos podés contar sobre tu paso por la Universidad y sobre Madrid en relación con su cultura y su gente?

Comencé mi intercambio académico en septiembre de 2022, en la Universidad Pontificia Comillas de Madrid, España. La sede donde se cursan las materias de Derecho se encuentra en pleno centro de la ciudad, por lo que es muy fácil llegar con el transporte público. Caminar por la zona es de las cosas más lindas. Las instalaciones del edificio son muy modernas y cómodas. Los profesores siempre fueron atentos con los alumnos de intercambio. Sumado a eso, algo que me pareció interesante fue la posibilidad de cursar materias en inglés, porque fue una forma de practicar y desarrollar el idioma desde nuestra formación profesional.

La ciudad en sí es un sueño. Está llena de cosas para visitar y conocer; todos los días tenía algo distinto para hacer. La gente es agradable; muchos argentinos han emigrado para allá, y nos hemos cruzado muy seguido, por lo que fue como sentirse en casa. Por otra parte, no solo hay muchos lugares para conocer en la ciudad, sino que hay colectivos y trenes con mucha frecuencia para visitar localidades cercanas Madrid como Toledo o Segovia, ideales para ir a pasar el día y conocer un poco más del país.

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¿Considerás que la UCC te dio las herramientas necesarias para desarrollarte académicamente durante esta experiencia?

La respuesta es completamente sí. Si bien la modalidad de enseñanza tiene algunas diferencias con la UCC, en ningún momento sentí dificultades frente al dictado de las clases. Es más, gracias a lo aprendido acá, pudimos realizar aportes interesantes durante las clases. Puntualmente en Comillas, el dictado de las materias estuvo enfocado en la parte más práctica del Derecho, por lo que el análisis de la teoría tenía mucho que ver con el ejercicio profesional del día de mañana. En la UCC adquirimos mucho material teórico, por lo que creo que fue un buen complemento.

¿Qué significó para vos ser parte de esta experiencia, tanto a nivel profesional como personal?

Desde lo personal, implicó mucho crecimiento. Fue la primera vez que me fui de mi ciudad por tanto tiempo, por lo que tuve que aprender a estar sola y lejos. Es algo que parece fácil de decir pero en el día a día no lo es; esto no significa que no haya sido hermoso, soy consciente de la independencia que desarrollé en esos meses.

A nivel profesional, creo que es una experiencia que te presenta realidades muy distintas. Yo tenía una visión muy tradicional del ejercicio de la abogacía. Siempre veía como primeras opciones trabajar en un estudio jurídico o en el poder judicial. Estando en Comillas, y al relacionarme con gente que ya estaba trabajando, se abrió un mundo de posibilidades que no imaginaba. Conocimos mucha gente joven trabajando en grandes corporaciones y en distintos proyectos internacionales, que nos mostraron el amplio espectro de posibilidades que nos espera. Hoy en día me encuentro realizando las prácticas profesionales en un estudio jurídico, y la verdad es que lo disfruto un montón; pero con la tranquilidad de que esto no termina acá, sino que hay muchos otros trabajos y experiencias por vivir.

¿Qué es lo que más te gustó de tu intercambio?

Es una pregunta muy difícil, porque me gustó todo. La ciudad que elegí es muy hermosa, tiene para hacer todo tipo de actividades; y la universidad también. Pero mirando en perspectiva, lo que más disfruté de esta experiencia fueron dos cosas: en primer lugar, viajar y conocer la cultura de distintas ciudades y países es maravilloso. Poder estar allá con amigos y tener la posibilidad de recorrer y pasear todo los días un poquito más no tiene precio. Es muy difícil ponerlo en palabras, pero era todos los días descubrir algo nuevo; desde estar en una clase de la universidad, hasta pasear por alguna calle perdida o tomar un colectivo y terminar en alguna ciudad poco conocida. Fue estar experimentando constantemente y absorbiendo nuevos conocimientos, en lo académico y en lo personal.

Y, en segundo lugar, lo que más atesoro de esos meses son las amistades que entablé. Parece mucho cuando uno escucha que tus amigos se vuelven tu familia pero es que simplemente uno no tiene a nadie más. Se crean vínculos tan fuertes que son complejos para explicar pero hermosos de experimentar. No voy a mentir, las despedidas fueron muy duras. Pero seguir en contacto y saber que tenés a alguien del otro lado del mundo es de lo más lindo.

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¿Recomendarías a otros estudiantes de la UCC hacer un intercambio? ¿Por qué?

La respuesta es un rotundo sí. Muchas veces surge la pregunta de cómo fue el tema de tramitar las equivalencias o ahora cuando vas a terminar la carrera, etc; y la verdad es que todo se fue acomodando y finalmente estoy cursando el último año. Pero más allá de eso, es una experiencia maravillosa desde todos los puntos de vista: en lo personal, implica mucho autoconocimiento e independencia. Desde lo profesional, se aprende a ver el mundo laboral y universitario desde otra perspectiva, con la posibilidad de elegir un camino distinto al que habíamos imaginado cuando entramos a la facultad. Y por último, conocer otra cultura desde adentro es muy hermoso; sentirse como en casa estando tan lejos no es algo de todos los días.

Creo que fueron los mejores seis meses de mi vida. Nunca se van a repetir y estoy feliz de haberlos vivido. Quienes tengan la posibilidad o las ganas, persigan el sueño porque vale completamente la pena.